viernes, 28 de agosto de 2009

Nuestro destino


De vuelta de vacaciones, con la depresión post holidays, y con la ilusión de un nuevo viaje juntos … me pregunto en qué grado seremos dueños de nuestro propio destino. ¿Os lo habéis preguntado alguna vez?

Si me pongo a pensar mucho rato en esto, me autoprovoco un insoportable dolor de cabeza. Si lo hago horas antes de dormirme, es muy probable que tenga un sueño extraño en el que “el destino” aparezca ante mi puerta preguntándome que píldora (recordándome a Matrix) quiero tomarme para elegir un destino u otro.
¿Hasta qué punto podemos controlar lo no controlable? Si tuviésemos la posibilidad de que un ser llamado “Destino” apareciese ante nuestra puerta ¿qué cosas cambiaríamos? Tal vez eligiésemos ser ricos, guapos y muy famosos ¿o tal vez no? O elegiríamos una frase muy tópica…”yo,ser feliz”… lo tengo claro escogería la última.

Después,a la mañana siguiente suelo despertarme con una brutal sensación de alucine pensando en lo que mi mente puede crear en escasas 7 horas de sueño.
Luego, mientras tomo el primer vaso de leche matinal y zumo de naranja natural, me hago la pregunta de ¿tendremos todos un destino final ya escrito?

La verdad que suena a preguntas muy filosóficas… ¿ser o no ser?... Pero alguno de los que me conocen..ya saben mis preguntitas universales..

Creo respecto a todo esto, sí ,tenemos un destino ya escrito, creo mucho en ello, y sobretodo en el destino sentimental ,¡soy un romántico empedernido que le voy a hacer!.
Creo que tenemos esa media naranja por ahí , sólo hay que encontrala, es difícil pero se encuentra, si no que me lo digan a mí…que ese destino me llevó a ti..

Hay gente que decide por voluntad propia no encontrar esa mitad, nos encontramos con casos de personas que deciden no enamorarse de alguien por convicción propia, aunque a parte de ese convencimiento ,es el propio miedo al fracaso, al dolor de corazón, pero lo que no se dan cuenta al final a lo que renuncian…en definitiva, a su camino.

Al igual que no podemos elegir cómo, cuándo, por qué, y lo más importante, de quién nos enamoramos…eso llega.

¿Será el destino estar juntos? Por lo menos el mío sí, no estamos hechos para estar solos, y tengo claro que el mío tiene ya nombre y apellidos…

Por cierto hay una ciudad en el mundo que nunca duerme, en la que dicen que todos los sueños se hacen realidad , donde volveré a mirar hacia arriba y buscaré esa estrella que me sigue,llamada destino,no para pedirle nada sino para decirle...Gracias.

Mxs