miércoles, 9 de febrero de 2011

Ser humano...

Desde hace ya tiempo, como sabéis, he estado inmerso en una etapa laboral inestable... Pero durante varias semanas todo se volvió un campo de minas, un verdadero infierno, por las llamadas bajadas salariales.

Las decepciones se sucedieron una tras otra, y durante aquellos días me dio por pensar que las personas carecemos de todo tipo de sensibilidad, que no somos más que seres que luchan por sus intereses a costa del de los demás. No importa si haces bien o mal, no importa el sufrimiento ajeno, ¡sálvese quien pueda! y si no... ¡me cargo al que tengo al lado!. Mi gran revelación del 2010 fue que en determinados momentos nos dejamos arrastrar por nuestros peores impulsos y que somos un poco más animales de lo que nos creemos.

Esta teoría no hizo más que corroborarse cuando sufrimos la huelga de controladores aéreos del 4 de Diciembre de 2010 en el aeropuerto de Madrid (Barajas). Aquello fue un verdadero caos.

Nuestro vuelo fue uno de los primeros que se suspendió y la incomodidad inicial, dio paso a la observación curiosa y lamentablemente "histórica" de lo que se estaba produciendo a mí alrededor. Siempre me ha gustado captar con un simple vistazo el ambiente, las reacciones de la gente, las caras, las risas, o la desesperación plasmada al encenderse un cigarrillo o arrugar con fuerza un periódico.

Durante un tiempo me dediqué a mirar, a contemplar el caos y la diversidad de las consecuencias. Había gente que se ofrecía a reagruparse, a alquilar coches y a salir hacía sus destinos de algún modo, fingiendo confianza y apresurando una amistad. Otros optaban por contarse aquello que habían perdido, hoteles, viajes, regresos a casa y así reconfortarse ante aquel que había perdido un poquito más. Unos pocos se sentaban pacientes a esperar, con la absoluta certeza de que todo se resolvería en un par de horas. Y algunos, como nosotros, hacíamos cola frente a los mostradores de reclamación de maletas de AENA para descargar toda nuestra desesperación.

Finalmente, con las maletas recuperadas, desistimos en el aeropuerto y optamos por volver a casa, enganchados al desaparecido CNN+ y sintiendo esa soledad propia del viajero frustrado…..

Fue de lo más curioso, ya que un plan de viaje que teníamos previsto, organizado durante gran tiempo en cuestión de horas se volvió imposible, de eso que decidimos organizar otro puente, pero este en Madrid….

No nos costó mucho, ya que en seguida organizamos un plan alternativo…eso sí posponiendo nuestro destino para otra ocasión.

A raíz de esto, una compañera de trabajo me contó una historia que había vivido ese día ya que tuvo que regresar a casa en uno de esos autobuses que se pusieron en marcha esa gélida jornada.

Mi compañera es muy habladora así que supongo que no le costó mucho entablar conversación con su compañera de autobús, seguramente incomodaron a algún pasajero que prefería dormir en lugar de escucharlas, pero conociéndola... un tema se enlazó con otro...

Después de varios temas de conversación de repente la compañera de viaje, esa gran desconocida le dijo llorando que su abuela se estaba muriendo…

Mi compañera , me cuenta que la primera reacción que tuvo fue abrazarla. Dice que no lo pensó, un acto reflejo y ella se echó a llorar en su hombro, esa misma desconocida que se había sentado junto a ella en un improvisado viaje en autobús.

En el momento que me contó esta historia pensé en el poder de la gente. En la cantidad de historias que se pueden cruzar en la vida.. En la abuela de esa chica, que se moría y en que yo adoraba a la mía. En esos momentos , lo que necesitas es confiar en alguien..

Tal vez sea egoísta, tal vez suene algo raro, pero creo que si me pasa algo igual agradecería ese momento que alguien me cogiera de la mano y me diera todo su apoyo...

Aunque tengo la certeza que ese hombro ya lo tengo para lo que necesite...

" necesidad de ayuda, de comprimiso, y en definitiva de ser humano..."

Mxs