lunes, 16 de marzo de 2009

Nos hacemos mayores...

No viene como un torrente, no. No sientes que te atraviese el pecho. Tampoco es que te levantes un día, te mires al espejo y no te reconozcas. Es un proceso muy lento, diabólicamente progresivo, pero cuando ha culminado, sientes que ahí está.

El otro día,me desperté sobre las 10:00 de la mañana. Me desperecé lentamente en la cama. Estiré mis piernas, noté aquellas partes de la cama que permanecían frias, coloqué mi pie desnudo en el suelo. Le eché una ojeada al espejo nuevo de aquella tienda sueca de muebles, y detecté varias marcas de dedos que tenia que limpiar. Fui al baño y después me lavé la cara. Volví a la habitación, abrí la ventana, retiré la funda nórdica, recogí la ropa del suelo y la llevé hasta el cubo de la ropa sucia. De camino a la cocina para desayunar, me acordé que debía de sacar algo de comida del congelador para hacer la comida. Después vacié el lavavajillas de la cena de la noche anterior. Y justo cuando mi cuerpo se inclinaba a recoger la última cucharilla, lo noté. No, no fue un tirón de espalda.

Me dí cuenta que me había convertido en mayor¡¡¡.

Entonces al volver a la habitación, con el Cristasol en mano, me ví de nuevo reflejado en el espejo... El caso es que solté una gran carcajada, de esas que si la sueltas tú solo en el metro o en el Bus, la gente se queda mirándote con pena y preguntándose "¿que le pasará a este pobre demente?".
No hacía muchos días que habia hablado contigo de este tema y habia llegado a la conclusión, de que mi vida estaba empezando a cambiar. La idea de salir el jueves,viernes,sábado-noche, para beber y beber hasta altas horas de la madrugada, ya no se me hacía tan apetecible. El cansancio de la semana pasaba factura y de donde antes sacába ganas para comerme el mundo, ahora lo que me apetecia era la llegada del fin de semana para estar contigo y comermenos un plato de arroz basmati los sábados para cenar.

He descubierto las soleadas mañanas de los domingos contigo,he descubierto mirar hacia el lado de la cama y encontrarte, pero sobretodo he aprendido a querer.

Me acuerdo cuando ese intervalo de tiempo semanal en los que hacía cinco años nuestro reloj se paraba por completo y no existía en nuestro calendario. Le damos mayor importancia a los momentos que a los grandes acontecimientos. El cada vez más creciente poder de observación de lo que nos rodea, se va agudizando con eso que llamaban EXPERIENCIA. Y los 27 comienzan a estar más cerca de los 30 que de los 20.

Mi imagen proyectada en el espejo no hacía más que decirme que los años avanzan, y que ese mismo reflejo es tan natural como las rabietas de los 15 años.

Lo más importante es que todo ello,todo esto... lo estoy descubriendo contigo, con la sonrisa más bonita a mi lado, nueva situación, nueva vida que estoy aprendiendo a la vez que experimento ese estado de emoción y neviosismo de vivirlo contigo porque no hay nada más excepcional que querer a alguien...
¿Alguien conoce alguna villa en la Toscana Italiana? ...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Limpiaste bien el espejo??????.

Anónimo dijo...

Perfecto miki, perfecto¡¡¡