Volver...

Volver con la frente marchita…. Ese viejo tango que suena a película de Almodóvar.Este último viaje de regreso a mi tierra lo haré sólo o en compañía maternal, aunque ella seguramente viajará antes.
Viajar solo, con la única compañía de la música, invita a pensar y a reflexionar, recordando el pasado e intentando dilucidar los enigmas que aún están por resolver.Volver a casa, cuando has decidido irte, es en cierta medida volver a comprender los motivos por los que decidiste marcharte; pero también, del mismo modo, es sentir que pese a todo, esa es tu casa, ese es tu hogar, ese es tu sitio, aunque haya veces que no sepa cual es mío...Sentir que el tiempo se ha detenido, que todo sigue más o menos como la última vez… En este viaje tendré mucho tiempo para pensar, al son de melodías, y para darme cuenta que no todo era malo y que ahora todo es diferente. Aunque la balanza siga inclinada, tengo ahora la certeza de que siempre lo estará del todo.Cosas del destino, en este viaje, regresaré a mi ciudad, a mi casa,a mi playa preferiada ( tú ya la conoces)a mi lugar... Todo seguirá más o menos igual. Los amigos que aún están, allí estarán. Los lugares frecuentes, sin demasiadas novedades. Las caras, la gente, las piedras (no sé si blancas o negras)…Será una vuelta diferente y por eso, quizá, me está costando tanto ir ,más que nunca. Ya se va percibiendo ese olor a primavera, mezcla de humedad y terreno seco; las mañanas son más luminosas, las noches son más cálidas…Esta vez, es diferente a la última vez que fui, todo habrá cambiado, mi familia, mi casa, mis amigos...pero sobretodo he cambiado yo. Mi “mas” viejo amigo me ha enredado sin demasiado esfuerzo para celebrar juntos nuestro cumpleaños ese mismo sábado, ya os contaré como fue...aunque conociéndole y tal como está últimamente, será por lo menos especial...

Volveré a ver a personas, amigos, familia y a miembros que fueron pilares muy importantes en mi vida...Seguramente todo siga igual y nada haya cambiado.
Me gusta pensar que a mi vuelta las cosas sigan tal y como estaban. Es muy reconfortante ver que nada ha cambiado y si lo ha hecho al menos comprobar cómo ha sido para mejor. Volver para luego marcharse. La ida será de día , temprano, con esa luz de mañana, reconociendo paisajes y descubriendo otros. Un viaje para volver a casa, volver al lugar que te había visto ganar tantas veces como tantas otras te había visto perder. Un lugar al que habías dicho “¡basta!” y al que ahora volveré con la misma ansiedad con la me había ido.

Marcharse para luego volver. La vuelta será de noche , abrumado por la quietud de la carretera y la oscuridad frustrada por las luces de otros coches. En un momento de parada en la carretera, me sentaré sobre el capó de mi coche, y observaré esa tierra que parece que no tiene fin y los coches atravesándola como sangre que corre por las venas. Chavela Vargas recordándome que “nada me han enseñado los años” y yo allí, pensando en mi vuelta, pensado en mi casa, pensando en mi familia, en mis viejos amigos y pensando en ti...pensando que algún día haremos ese mismo viaje para enseñarte y devolverte todas esas buenas cosas que me has enseñado, seguramente no será muy tarde...y ten por seguro que volveremos a ver aquella puesta de sol, juntos.
Mxs